sábado, 1 de septiembre de 2007



ANTECEDENTES

El Arq. Luis Iván Meza Sánchez, autor del Plan AREPAMA, explica los antecedentes que indujeron a que los gobiernos seccionales del cantón Arenillas (Ecuador) y de los distritos de Papayal y Matapalo (Perú), acuerden elaborar y aplicar un plan de desarrollo conjunto; así anota:

El Acuerdo Amplio de Integración Fronteriza, Desarrollo y Vecindad, suscrito entre las Repúblicas del Ecuador y Perú, el 26 de octubre de 1998, en Brasilia, permitió que las autoridades seccionales y representantes de la ciudadanía de los pueblos fronterizos del cantón Arenillas, perteneciente a la provincia ecuatoriana de El Oro, y del distrito de Papayal, integrante de la provincia de Zarumilla, del departamento peruano de Tumbes; se organicen, movilicen e integren el Comité de Frontera Chacras-La Palma, cuya declaratoria conjunta, para su difusión generalizada, se concretó el 29 de noviembre de 1998, desarrollándose, a partir de esta fecha, una serie de trabajos técnicos conjuntos en el área de frontera; iniciativas y proyectos; reuniones locales, provinciales y nacionales, que fueron presentadas sucesivamente a los gobiernos de: Mahuad, Noboa, Gutiérrez y Palacio, en Ecuador, así como a los de: Fujimori y Toledo, en el Perú; igualmente a sus correspondientes Cancilleres, acompañados de las justificaciones históricas, jurídicas, geográficas y técnicas, como también de las razones económicas, sociales y estratégicas, de la propuesta: REHABILITACIÓN DEL PASO FRONTERIZO CHACRAS - LA PALMA, que facilitará la integración y el tránsito fluido de personas y bienes entre los dos países.

Estas iniciativas y trabajos conjuntos, han constituido un clamoroso pedido que nace del ancestral abandono al que han sido sometidos estos pueblos, en base a una premeditada política de estancamiento y bloqueo del desarrollo, a pretexto del fantasma de la guerra.

Antes del conflicto bélico de 1941, hasta el año de 1953, las poblaciones fronterizas de Chacras y La Palma, gozaron de un paso de frontera, que contaba con un puente internacional de madera, por donde se realizaba el intercambio comercial entre ambos países.

Como producto de la guerra en referencia y la construcción de la carretera Panamericana, fueron marginados y aislados estos pueblos, con toda la secuela del abandono, afectándose a las poblaciones de: Chacras, Balsalito, Guabillo, Carcabón, Quebrada Seca, Rancho Chico, Progreso, San Pedro, Palo de Oro, Palmales y todo el cordón fronterizo arenillense, del lado ecuatoriano; y del lado peruano: La Palma, El Porvenir, Uña de Gato, La Coja, Pueblo Nuevo, Los Limos y Lechugal del distrito de Papayal; y, así mismo: Quebrada Seca (Peruano), Isla Noblecilla, La Totora, El Tutumo, Leandro Campo y Nuevo Progreso, del distrito de Matapalo.

Los resultados económicos y sociales han sido la migración y la desolación, la miseria y el estancamiento, permaneciendo la dignidad y el estoicismo de los hombres y mujeres que se han mantenido heroicamente, haciendo patria en la propia frontera.

Los conflictos bélicos peruano – ecuatorianos de 1981 y 1995 trajeron consecuencias aún más desastrosas, cuando se cerraron las fronteras impidiendo la actividad comercial que ha alimentado la economía de la zona.

En la actualidad, los pueblos de Perú y Ecuador y particularmente los de Papayal, Matapalo y Arenillas, hermanados en la paz, confiando en su indomable espíritu de esfuerzo y sacrificio, con fe en el futuro; se unen una vez más para al unísono proclamar su derecho al progreso y bienestar.

El paso de frontera Chacras – La Palma se constituye, por tanto, en el medio por el cual se enlazan y articulan iniciativas de desarrollo comunitario de ambos países, en los campos agrícola, pecuario, piscícola y turístico, que se implementarán con el aporte decidido de los gobiernos locales y con la participación directa de la ciudadanía.

El PLAN DE REACTIVACIÓN SOCIO – ECONÓMICA Y DESARROLLO SUSTENTABLE DEL ÀREA TRANSFRONTERIZA ECUATORIANA – PERUANA, ARENILLAS – PAPAYAL – MATAPALO, constituye un esfuerzo conjunto de los gobiernos: cantonal de Arenillas, por parte de Ecuador; así como de los distritales de: Papayal y Matapalo, por el Perú, tendiente a alcanzar un desarrollo sustentable, armónico e integral de sus correspondientes jurisdicciones, así como el mejoramiento de la calidad de vida de sus habitantes.